Mi cuñada no suele beber. Mal hecho. Se toma una 0,0 y ya empieza a desbarrar (la sugestión me fascina).
Así le pasa, le pones una copa de vino tinto y empieza a renegar de su pasado Opusiano.
M.J: No basta con ser ateo, hay que ser anticlerical.
L.M.R: Pero una cosa es inherente a la otra.
M.J: No, yo hablo de quemar iglesias.
L.M.R: Vale.
M.J: Y todos los curas dentro, con mechas en el culo y pólvora por doquier. Y mucha metralla.
L.M.R: Como sigas con ese discurso incendiario voy a tener un orgasmo mental.
M.J : ¡Ya está la bollera esta!
La cena de Nochebuena siempre sorprende.
PD: Ficha de cata de Samaruco de Bodegas Luís Pérez, en próximas entradas.
viernes, 25 de diciembre de 2009
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